CUANDO FINALIZA UNA GRAN FIESTA..!!
Eran las 4 AM, cuando terminó la guachafita en “La Cueva”, el agradable tertuliadero que tiene en la terraza de su casa, mi amigo Edilson “Care Cajón” y su peluche Edir.
Casi me cago de la risa cuando vi a Henry “Poporopo” salir con la camiseta al revés, a don Armando “hilachas” estrellándose contra una butaca cuando ansiosamente buscaba a su peluche Lisbeth , al mono Ricardo exprimiendo la botella , para sacarle las últimas goticas al chirrinchi que ya se había bogado con Malvina su pareja, al flaco Salinas expandiendo un paraguas y tapándose la boca con un pañuelo, porque el “sereno” le hacía daño, según doña Ruth su peluche, a Jorge “Sandokan” mostrando la calva, cuando se quitó el sombrero para limpiarle unas gotas de salsa de tomate que le había echado el “cucaracho” Adán Martínez durante un pequeño descuido; a Raúl el “Conde Nado”, poniéndole colas en los bolsillos traseros del pantalón a los viejitos descuidados, con letreros escritos que decían: “Lo alquilo por horas”..” “Meta el dedo y huela”… “Compro frascos y botellas” etc. etc.
Edgar “Calambritos” bostezaba, mientras su peluche lo azaraba para irse a descansar, pero noté, que maliciosamente lo pellizcaba por estar boquiabierto mirándole las tapas y la pechuga a Damaris la hija de Toño.
Italia mi prima y su “maduro” Igor, en compañía de Jairo, Hernán y Adolfo, mis tres hermanos que habían llegado de los Yores, no se quedaron atrás con la rebambaramba. Sus carcajadas retumbaban y las pilatunas de familia salieron por boca de Jairo, quien le mamaba gallo a todo el mundo. Italia con su buen humor echaba chistes, y disimuladamente mientras Igor se bogaba el Guaro, le pedía que se subiera el cierre de la bragueta, para mayor seguridad del “pájaro”. En el momento del desfile de las “momias” a sus ranchos, César Augusto, quien había llegado de último a la fiesta, se acercó a los cuchos que estaban conmigo, para comentarnos lo siguiente: “Vea viejo Alfredo: “No hablemos guevonadas; si amarrarnos los zapatos nos da lumbago, levantar una silla nos da una hernia; si la limonada nos alborotan las amebas y una cincuentona todavía nos parece un "lempo de hembra", es que la Sejuela está haciendo de las suyas. “Si en lugar de clavar en la piscina, nos metemos al agua bajando por la escalerita; si tenemos más de dos pares de anteojos; si lucimos dientes de varios colores; si dejamos de luchar contra los callos y juanetes y tenemos el dedo gordo engarrotado; entonces no hay duda mijo, no lo neguemos: “la berraca Sejuela nos tiene en la puta olla”.
El profe Eduardo, ni corto ni perezoso contestó: “Huy César, así estamos de Sejuela ?. Quiero agregar otras perlitas más viejo César, agregó el Profe: “Si te cuesta trabajo arrancar en subida o te da vértigo subirte a una escalera para cambiar un bombillo; si usas periódicos para madurar aguacates e insistís en que las medias con cuadros están de moda; si el picante de las empanadas te irrita, la carne te da gota, el cerdo te brota y subir escaleras te agota, no le pongás más misterio a eso Cesitar; si tomar agua te embucha, el dulce te sube la bilis, el tomate te produce agrieras, el huevo te dispara el colesterol, el pimentón te hace eructar, la sal o el calor te hinchan, no es más que la Sejuela que ya entró en tu vida colega mío.
Y con una carcajada terminó su intervención.
Ricardo el calvo había jodido toda la noche, parecía estar cobrando por hora; siempre portando aquel maletín roído por las cucarachas, donde cargaba los disfraces para animar, o para causar el despelote en las fiestas, mamándole gallo a Raimundo y todo el mundo, especialmente a los culichupaos de la Vieja Guardia. El disfraz que más nos había llamado la atención, fue aquel con el que protagonizó a un CIEGO, con un cartel colgado en el pescuezo, que decía “NO VEO , NI UN CULO” y apoyado en un bastón, con el que se abría paso entre los invitados, no sin antes, tocar con su punta, las partes nobles de los varones que celebraban sus picardías.
Edilson y Edir nos despidieron y quedaron de avisarnos cuando sería el próximo corrinche. Nos abrazamos y quedamos de comunicarnos para realizar otro de esos paseítos matinales al parque de la salud, o también para organizar una salida a la Viejoteca del parque “Pardo Llada” rematando con otra reunión en “La Cueva”.
Quiero anunciarles a todos mis cómplices salseros, incluyendo a mis recordados compatriotas en el exterior que aún tienen cuerda en esta vida para seguir bailando y gozando, que sus nombres y oficios figuran con nombre propio en muchas historias de la Vieja Guardia que cito en mi libro “Vieja Guardia …una Fiesta inolvidable”. Todos son protagonistas en estas aventuras de ficción que quedaron plasmadas en sus páginas. El libro saldrá en estos últimos meses, antes de Diciembre.
Hasta la próxima..!!!